Una serie de inesperados sucesos conducirán a María a tomar la pronta y delicada decisión de reunir en Nochebuena a sus hermanos pequeños que, escurridizos, no volvieron a apostar por la familia desde que se fueron de casa.
María queda rodeada en una trepidante "noche de paz" por el rencor de sus hermanos y por la demencia de su padre que, víctima de la enfermedad, cree ser con total certeza el Sultán Supremo de Azafrania: remoto país que, tiempo atrás, sirvió para llenar la mente de sus hijos de fantasía e ilusión.